¿Qué pasa cuando lo que se supone que es un momento feliz en tu vida se convierte en una catástrofe absoluta? ¿Dónde acudir? ¿Qué hacer? Mark Higgins y su esposa Becky Szenk tuvieron que hacer frente a estas desafortunados preguntas cuando ocurrió lo impensable para ellos durante un traslado de casa. Mark y Becky recientemente habían invertido sus ahorros en su propio negocio, un pub llamado Horse and Jockey. La decisión del traslado fue motivada por el deseo de estar más cerca de su nuevo trabajo. Pero la realidad se convirtió en una pesadilla.
La pareja no podía estar más contenta. Un nuevo bebé, un nuevo negocio, trabajar duro y dedicarse a los demás estaba haciendo que sus sueños se hicieran realidad.
La pareja necesitaba un poco de ayuda para el traslado, por lo que entraron en Internet para encontrarla. Después de publicar un post en Facebook pidiendo recomendaciones, llegaron hasta un hombre llamado Lee Green, que tenía una página de aspecto serio en Facebook y que estaba listo para trasladar sus cosas. Lo programaron todo con Lee y por supuesto, su camioneta estuvo allí justo a tiempo.
Estaban encantados con el proceso de la mudanza, los hombres que se presentaron eran educados, profesionales y sobre todo rápidos.
Sólo se llevó a los hombres 45 minutos empacar toda su vida en su vehículo. Sólo cuando tenían que dirigirse a su pub, donde habían quedado para reunirse con las personas que habían contratado, comenzaron a preocuparse. No era un viaje largo y después de más de una hora, no había llegado la furgoneta. No habían llegado el propio Lee o los trabajadores. Aparte de su televisión, que ellos mismos habían traido debido a la preocupación de que se dañara durante el traslado, todas sus posesiones estaban en esa camioneta. Obviamente, esto no era una buena señal.
La pareja tenía razón para preocuparse. Ellos no estaban. No estaba Lee Green. No había ninguna compañía de mudanzas. Sus pertenencias nunca aparecerían.
Hacía sólo 45 minutos, Becky Szenk y Mark Higgins habían sonreído al ver a los ladrones cargar y salir con todo lo que poseían. Becky estuvo inconsolable durante mucho tiempo después de lo sucedido. Era totalmente comprensible, sobre todo desde que hubieran perdido tanto, que aunque no tuviera un valor tangible real, era muy importante para ellos e irremplazable. fotos familiares, juguetes del niño, recuerdos, el anillo de compromiso de Becky. Este es el tipo de delito que nadie espera que suceda, porque ¿quién haría algo como esto a alguien?
La pareja se dirigió a los medios de comunicación social para contar su historia. Era importante para ellos advertir a los demás de estafas similares, o que incluso “Lee Green” pudiera funcionar bajo cualquier otro nuevo nombre falso.
La fama de esta pareja ha llegado a Internet. Aunque nunca vuelvan esos objetos de valor sentimental que han perdido para siempre, la pareja se ha encontrado con un sinfín de apoyo, tanto a nivel local como de gente extraña. El dinero ha llegado para ayudarles a restablecer sus vidas y la abrumadora muestra de amor de todo el mundo les ha ayudado a restaurar su bienestar mental y la fe en la humanidad en general. Después de todo, acababan de ver a las peores personas que podían encontrarse, así que el siguiente paso lógico para cualquier persona era el mostrarles a las mejores personas.
Más que nada, lo que realmente quiere esta familia es que todos aprendamos una lección de esto. Antes de confiar sus efectos personales y objetos de valor a personas totalmente desconocidas, haga una investigación. Asegúrese de que el negocio es legal y está registrado, o que usted conoce personalmente a las personas que trabajan en la empresa o a alguna persona que ha trabajado con ellos antes. Nunca se puede estar 100 por 100 seguros, pero hay que hacer todo lo posible para minimizar el riesgo.
Fuente: Wimp
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