Falta poco para el Mundial y la gente ya anda haciendo locuras. Lee Thompson, un británico dueño de una compañía de viajes, viajó a Brasil y se sacó una de las selfies más atrevidas. En ella, se lo puede ver posando encima de la cabeza del Cristo Redentor, la mítica escultura erigida en el año 1931 en la ciudad de Río de Janeiro. Acceder al punto más alto del Cristo es harto difícil: la hazaña solo se puede lograr subiendo una serie de escaleras muy peligrosas. Con 38 metros de altura, la imagen solo puede ser escalada por aquellos obreros que se encargan de enmendar los daños que los rayos suelen ocasionarle durante tormentas eléctricas.
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